Pela las patatas y en trozos uniformes ponlas a cocer, aproximadamente 20 minutos.
Mientras cuecen las patatas. Coge un trozo de hueso de jamón y en una cazuela aparte, añade unos 300 ml de agua y ponlo a cocer.
Prepara la panceta o torreznos. Corta las lonchas en trocitos pequeños. Reserva.
En una sartén añade un chorrito de aceite e incorpora las lonchas finitas del tocino ibérico, si no tienes y vives en el norte, unto o cualquier otro tocino puede servir.
Deja que empiece a soltar toda su esencia e incorpora la mitad de los ajos con piel. Deja que vaya haciendose durante unos 4-5 minutos a fuego medio.
Con el resto de los ajos, tienes que pelarlos y partirlos en rodajitas finas. Añádelos a la sartén y frielos a fuego muy suave. Ojo que no se doren mucho porque amargarían.
Cuando creas que los ajos en rodajas están en el punto, retira los ajos enteros y las lonchas de tocino, ya habrán soltado toda la esencia.Con la sartén fuera de fuego, incorpora las 3-4 cucharaditas de pimentón y dales un calentón muy muy breve (unos 15-20 segundos como mucho)
Corta rápidamente el calor del pimentón añadiendo a la sartén como un vaso del caldo de cocer el codillo de jamón y otro vaso del agua de cocer las patatas. Remueve para que quede una especie de "sopa".
Cuando las patatas están ya cocidas, no deben estar muy "blandengues" reserva un par de vasos del agua de cocer las patatas, puedes añadirlos al agua de cocer el hueso de jamón. Escurre las patatas.
Ahora con una espumadera, vamos a empezar a "menear" las patatas. Incorpora a la cacuela de las patatas el aceite con el pimenton y las láminas de ajo que tenias en la sartén. Con el filo de la espumadera, tienes que ir partiendo las patatas para que quede una especie de puré pero con trocitos. El pimentón y el aceite se irá mezclando con las patatas y la carga de aromas de todo ello junto con los olores del jamón, empezarán a inundarte.Si ves que las patatas quedan muy secas, puedes incorporar caldo del jamón.Corrige de sal y tapa para que repose.
En una sartén fríe los trocitos de panceta hasta que queden apetitósamente crujientes y dorados. Cuando estén en su punto, retíralos a un plato con papel absorvente.
Pues ya tenemos nuestras patatas "meneás" listas para atacarlas. Sirvelas en un plato o cazuelita individual y encima pon unos trocitos de panceta al gusto.
CONSEJOS
Un buen vino tinto con cuerpo es el maridaje perfecto. Eso sí, recuerda que es un plato más de invierno.